ARQUEOLOGÍA DEL PERÚ

 

 
LOS GEOGLIFOS DE OMO EN MOQUEGUA

por: Paúl J. Álvarez Zeballos

Los geoglifos de Omo se encuentran exactamente en la localidad de Omo, en el departamento y valle de Moquegua, ubicándose en la parte media del valle.

Dichos geoglifos fueron ubicados y reportados a mi persona por el arqueólogo Luis Gonzáles Peñaranda. El clima del valle de Moquegua es de tipo desértico, con lluvias esporádicas al año que se presentan. La composición del suelo es de carácter rocoso, presentando una gran cantidad de guijarros y rocas de regular tamaño, este factor ha ayudado a conservar los geoglifos en un buen estado.

"El geoglifo del 8" en Omo se encuentra ubicado en la cima de un cerro o colina y en la ladera norte que da en dirección del valle se puede observar otro geoglifo, el de una “la llama” que se encuentra un poco borrado por  la erosión de las lluvias esporádicas en la zona. La acumulación de las aguas en la parte superior del cerro en tiempo de lluvias, se desliza por la pendiente del cerro y forman pequeñas corrientes de agua causando una leve erosión del suelo y por ende la destrucción del geoglifo de la llama. La acumulación del agua de lluvia en los surcos del geoglifo del 8 a creado una patina de barro al secarse, lo que ha dado un toque de conservación durante los siglos, aparte no ha sufriendo daños severos por encontrarse en la cima y en un lugar plano. Cerca de estos 2 geoglifos mencionados existe otro un poco más grande que representa a un camélido con una figura antropomorfa, ubicándose a una distancia menor de 900 mts, denominado “la llama con figura antropomorfa” este geoglifo también se encuentra en la ladera de un cerro presentado algún daño producto de la erosión del agua de lluvia de las precipitaciones esporádicas en la zona. Cerca de este geoglifo como 39 mts se ubica otro geoglifo de dimensiones menores de forma de una llama pequeña que se encuentra en buen estado de conservación, este geoglifo es denominado la “llama pequeña” por las dimensiones que presenta.

La distorsión del terreno en la cima del cerro donde se encuentra el geoglifo del 8, se presenta por la intervención de la mano del hombre, que durante la década de los 70’y 80’, el ejercito peruano específicamente, ha utilizado esta zona como área de maniobras militares construyendo muy cerca del geoglifo trincheras personales, pese a este problema el geoglifo no ha sufrido alteración o destrucción alguna.

Por los fragmentos de cerámica ubicados en la zona correspondiente a la cultura o estilo Tiwanaku se puede decir que el geoglifo del 8 en Omo fue hecho por esta cultura durante el Horizonte Medio (700 DC. a 1000 DC.), que tubo una influencia muy importante a todo lo largo y ancho del valle de Moquegua. Cabe señalar que la presencia Wari en el valle de Moquegua fue eminente, especialmente en las partes altas de dicho valle; mas adelante en este reporte explicaremos la relación de Wari con el geoglifo del 8 específicamente.

Investigadores arqueológicos que se han realizado en el valle de Moquegua han determinados a través de sus investigaciones áreas de influencia tanto de Wari como de Tiwanaku como explican Paúl S. Goldstein y Bruce D. Owens:

"Respecto a lo geográfico, la mayoría de los asentamientos relacionados al Estado Tiwanaku de los estilos Omo y Chen Chen en el Osmore se restringe casi completamente al valle medio de Moquegua. La zona de asentamiento wari está aguas arriba, casi completamente limitada a un área de 10 km2, entre los ríos Torata y Tumilaca, incluyendo Cerro Baúl, Cerro Mejía y Cerro Chico (Ver mapa). Estas dos áreas principales no se traslapan entre sí. Las únicas excepciones notables son los asentamientos tiwanaku de La Cantera y Cancha de Yacango al pie del macizo de Cerro Baúl, en la región wari, y una ocupación wari pequeña en Cerro Trapiche, en el área tiwanaku del valle medio de Moquegua.” (Goldstein y Owens: 2001, p. 175)".

Dentro de la cultura Tiwanaku en el valle de Moquegua se ha podido determinar estilos locales dentro del mismo estilo denominados: Omo y Chen Chen y un estilo posterior denominado Tumilaca, que todavía conserva la influencia Tiwanaku, posterior al colapso político de Tiwanaku alrededor del 1000 DC., según Owens & Goldstein dicen al respecto:

"Tumilaca, parece relacionado con el colapso del sistema político de Tiwanaku y fue asociado de  una manera clara con el periodo inmediatamente posterior. Se interpretan los sitios Tumilaca como ocupaciones de descendientes de colonos Tiwanaku, quienes ya no formaron parte de un sistema político e ideológico enfocado en el altiplano. Señalando la transición del Horizonte Medio al Periodo Intermedio Tardío, las ocupaciones del estilo Tumilaca son de interés clave para las implicancias acerca del colapso del estado y el desarrollo de cacicazgos secundarios de menor escala.” (Goldstein y Owens: 2001, p.171)

"El estilo Tumilaca se caracteriza por ser regionalmente variable, frecuentemente idiosincrásica, derivada y, generalmente, de menor calidad iconográfica y técnica. Análisis de los fechados Tumilaca en la Tabla 1 y la Fig. 3 como una fase con la función boundary del OxCal, versión 3.5, sugiere que el estilo Tumilaca se ubica entre 950 y 1050 d.C. (calib.), posiblemente prolongándose algo más, mientras que cambia a otros estilos todavía más derivados (Goldstein 1989a, b; Owen 1993).” (Goldstein y Owens: 2001, p. 182)


Fig.1. Sitios Tiwanaku y Wari en la cuenca media y superior del Osmore. (Tomado de: Goldstein y Owens: 2001)

La presencia de Wari en la parte alta del valle de Moquegua debió tener una influencia en los asentamientos Tiwanaku a todo lo largo del valle a si como asentamientos locales anteriores a la migración Wari y Tiwanaku. La presencia de ambas culturas en el valle de Moquegua influencio a las etnias ya existentes en este valle, y entre ellas también debió de haber una relación tanto comercial como social aunque no presentaron una clara influencia o copia de elementos característicos de estas culturas migrantes al valle de Moquegua, gentes de un carácter o aptitud muy conservadora, propia de aquellos tiempos (Horizonte Medio 700 DC a 1000 DC).

Las aptitudes conservadoras y caracteres radicales siempre se han dado en el genoma humano no solo en el continente Americano si no en Europa, Asia, África, etc. y en todas las diferentes culturas y civilizaciones que se han desarrollado en este mundo. Las similitudes culturales se presentan por una nueva forma de utensilios, tejidos o tipo de construcción, etc. que son inventados por un determinado grupo cultural y copiado por otro grupo cultural que lo considera necesario para su desarrollo y estos nuevos elementos son asimilados y transformados como propios, mezclando sus propias innovaciones a las nuevas influencias foráneas, creando así un estilo propio.

En el área del valle de Moquegua las investigaciones de Paul S. Goldstein dicen:

"Mientras ambas culturas intercambiaron seguramente elementos de iconografía, ellos completamente no realizaron intercambio en organizaciones domesticas, ideas de urbanismo, arquitectura monumental, mortuorios y ofrecimiento de tradiciones, cerámica, lítico y textil tecnología. Wari y Tiwanaku también mostraron radical diferencia de aptitudes acerca de la forma de expansión territorial, Wari fue un imperio conquistador ensamblado a través de militares significados (eg; Shreiber 1992) en contraste con la expansión Tiwanaku que procedió a través de una ocupación colonial de nuevas regiones”(Goldstein: 2005, p.165)

La influencia tanto de Wari y Tiwanaku en el valle nos lleva a conjeturar la relación de estos estilos ceramográficos y su relación con los geoglifos de Omo especialmente con el geoglifo del 8 en esta localidad.

Esta investigación toma como referencia los trabajos de algunos investigadores en el valle de Moquegua como marco referencial de nuestra investigación acerca del geoglifo 8 en Omo y su similitud con el geoglifo del 8 en Majes.

MEDIDAS DE LOS GEOGLIFOS

El geoglifo del 8 en Omo se ubica en la cima de un cerro en coordenadas UTM-84 de:

  • Latitud 17º 15' 25" S
  • Longitud 70º 58' 40" W
  • Con una cota de elevación de 1,206 m.s.n.m.

El geoglifo del 8 esta conformado por dos círculos concéntricos que forman un 8, los dos círculos que forman el 8 no son proporcionales por lo tanto el circulo que se encuentra en dirección hacia la parte baja del valle tiene un promedio de 10.6 mts de largo con un ancho de 9.60 mts y el otro circulo que esta en dirección ala ciudad de Moquegua o parte alta del valle tiene un largo de 11.60 mts con un ancho de 8.80 mts; teniendo un largo total los dos círculos aproximadamente de 23 mts. El grosor de las líneas tiene un ancho promedio entre 60 cm y 80 cm en ambos círculos, el ancho de la línea donde convergen las líneas de los círculos en la parte central es de aproximadamente de 1 mts. Las líneas son surcos con un profundidad máxima entre 7 y 8 cm.

A este geoglifo se le realizó un pozo de sondeo afuera del circulo, de 20 cm x 20 cm y se pudo determinar que a 18 cm de profundidad aparece ceniza volcánica compactada posiblemente del volcán Huaynaputina (evento acaecido en el 1600 D.C.) o producto de eventos volcánicos anteriores a la fecha mencionada anteriormente, a mi parecer.


Fig.2. Dibujo del 8 en Omo

Fig.3. Fotografía del 8 en Omo (Cortesía de Luis Gonzales Peñaranda) nótese las trincheras realizadas por el ejercito peruano a los costados del geoglifo.

Fig.4. Fotografía del geoglifo del 8, mostrando la parte superior del valle.

Fig.5. Fotografía satelital del geoglifo del 8 y la llama, tomado de Google Earth.

El geoglifo de la llama: que se ubica en la ladera del cerro donde se encuentra el geoglifo del 8, a una distancia de 160 mts aproximado en línea recta; ubicándose en coordenadas UTM-84 de:

  • Latitud: 17º 15' 21.72" S
  • Longitud: 70º 58' 40.39" W
  • Con una cota de elevación de 1,203 m.s.n.m.

Tiene un largo desde la base o pie de las patas delanteras hasta la parte superior de la cabeza de 19.60 mts, el largo del cuerpo de la figura del animal es de 11.10 mts, con un ancho promedio de su cuerpo de 5.30 mts, el largo de sus patas desde su base hasta donde empieza el cuerpo es de 4.80 mts, tanto en las patas delanteras como traseras; el grosor de las líneas de las patas es de aproximadamente 1 mts.

La cabeza del animal no se presenta muy reconocible es por eso que el dibujo se presenta con puntos, este geoglifo también se encuentra dañado por el discurrir del agua que se puede observar tanto en sus patas delanteras como traseras donde se han formado pequeños surcos.


Fig.6. Dibujo del geoglifo de llama cercano a geoglifo del 8 en Omo.

Fig.7. Foto de la llama, nótese la forma del camélido con algunos daños producidos por lluvias esporádicas en la zona durante las décadas y siglos pasados.

El geoglifo de la llama: con figura antropomorfa: Se ubica en la ladera de un cerro con vista al valle a una distancia relativa de 859 mts en línea recta del geoglifo del 8, siendo su locación en coordenadas UTM-84 de:

  • Latitud: 17º 14' 59.10" S
  • Longitud: 70º 58' 40.28" W
  • Con una cota de elevación de 1,221 m.s.n.m.

Tiene un largo desde la base o pie de las patas delanteras hasta la parte superior de la cabeza de 33 mts, el largo del cuerpo de la figura del animal es de 14 mts, con un ancho promedio de su cuerpo de 9 mts, el largo de sus patas desde su base hasta donde empieza el cuerpo es de 8 mts, tanto en las patas delanteras como traseras; el largo del cuello desde el cuerpo hasta la parte superior de la cabeza es de 16 mts, el grosor de las líneas de las patas es de aproximadamente 1 mts. Dentro del vientre de esta figura e podido determinar 4 líneas a manera de surcos que corren verticalmente como una especie de adornos para esta figura, cerca del geoglifo se puede apreciar que ha sido realizado por intervención humana; también se ve un camino pedestre que recorre esta figura y pasa por la parte baja del vientre de esta figura causando un cierto daño. La figura del camélido ha sido realizada en una cavidad muy leve (convexa) del cerro lo que a lo lejos le da una apariencia angosta, estrecha en la parte del cuerpo.

La figura antropomorfa que esta a un costado de la llama exactamente frente a su cabeza, tiene un largo desde la base de sus pies hasta la cima de su cabeza de 22 mts, con un ancho aproximado de 4 mts (en su parte más ancha). Cerca de esta figura se puede apreciar la figura de un posible báculo cuyo largo es de unos 18 mts y ancho promedio máximo es de 40 cm (ver Fig.8 y 9).


Fig.8. Dibujo a escala de camélido con figura antropomorfa en el valle de Omo.

Fig.9. Fotografía del camélido con figura antropomorfa, nótese una especie de báculo al costado de la figura humana.

El geoglifo de la "llama pequeña": Se ubica en la ladera del cerro con vista al valle, muy cerca del geoglifo de la “llama con figura antropomorfa” a una distancia de 39 mts de este, siendo su ubicación en coordenadas UTM-84 de:

  • Latitud: 17º 15' 1.00" S
  • Longitud: 70º 58' 39.63" W
  • Con una cota de elevación de 1,224 m.s.n.m.

El largo desde la base de las patas delanteras hasta la parte superior de la cabeza es de 9 mts, el largo del cuerpo es de 6.20 mts con un ancho de cuerpo de 3.30 mts, el largo promedio de las patas es 2.20 mts con un ancho promedio entre 60 cm y 80 cm.

Este geoglifo y fue denominado la “llama pequeña” por que sus dimensiones son relativamente pequeñas a comparación de los otros geoglifos en esta área. El estado de conservación de este geoglifo es muy bueno, no sufriendo muchos daños por la inclemencia del medio ambiente a través de los siglos. La conservación de esta figura se debe a que se encuentra ya casi en la cima del cerro en una pequeña cavidad convexa del cerro lo que la ha protegido del viento y las lluvias de la zona.


Fig.10. Dibujo de camélido, que por sus dimensiones es el más pequeño
del grupo pero el mejor conservado de todos.

Fig.11. Foto de la llama pequeña cerca de la figura de “camélido con figura antropomorfa”

El geoglifo del “Ocho” en el valle de Majes: tiene la forma exacta de un 8 que esta inserto dentro de un círculo perfecto sobre el cual se unen parte de las líneas curvas u oscilantes que forman la figura del 8 (Fig. 12). El diámetro exterior del geoglifo es de 22,40 mts, el cual se mantiene en todas las direcciones, el ancho de las líneas del circulo es de 1,50 mts y de las líneas del dibujo del 8 es de 1,40 mts; la profundidad de las líneas varía desde 5 a 15 cm. Las coordenadas de posición (GPS) es de:

  • Latitud: 16º 13' 65" S
  • Longitud: 72º 26' 73" W

Fig.12. Grafico elaborado en base al geoglifo del “8”, nótese la orientación con respecto al norte magnético.

Fig.13. Fotografía del geoglifo del 8 en el valle de Majes.

SIMILITUDES ENTRE EL 8 DE MOQUEGUA Y EL 8 DE MAJES

El geoglifo del 8 de Omo-Moquegua tiene las mismas características que el ubicado en el valle de Majes, a excepción del círculo que esta alrededor del 8 (Fig.12 y 13).

Por las características descubiertas en el valle de Majes se puede decir que el geoglifo de Omo procede del Horizonte Medio (700 DC a 1100 DC) y a nuestro parecer fue realizado por los habitantes de los alrededores a Omo que eran de una presencia Tiwanaku, pero que fueron influenciados por la presencia Wari a travez de intercambios culturales. No solo se puede apreciar este intercambio en la forma del geoglifo si no tambien en la iconografia de su ceramica como se presenta en periodos tardios (estilo Tumilaca).

La presencia de Wari en el valle de Moquegua debió de ejercer una influencia en toda la región es por eso la similitudes entre la forma de diseño que se presentan en el geoglifo de Omo y el Majes.

El geoglifo del 8 en Omo esta asociado a otros geoglifos que se encuentran muy cercanos en la zona. Según Horacio Larrain observo que en el antiguo Perú, las conchas de forma espiral se usaban con frecuencia en cultos relacionados con la obtención de agua. Mostny y Niemeyer dicen: Petroglifos en zig zag han sido ampliamente interpretados como parte de un culto del agua, habiéndose creído que representan ríos o relámpagos. En resumen, parece ser razonable una hipótesis que supone que los zig zag, simbólicos y las formas oscilantes, tal como se han encontrado en Nazca hayan desempeñado al mismo tiempo también un papel en el culto del agua (Reinhard, 1997: 34).

Otros arqueólogos interpretan que los espirales y zig zag desempeñan un papel estrictamente simbólico, dentro de las creencias mágicas – religiosas de aquel tiempo.

Por su parte, los estudios realizados por la Dr. María Reiche en las pampas de Nazca, propone la teoría que asocia las líneas y figuras geométricas, en relación con las observaciones astronómicas. En cuanto a los espirales y líneas en zig zag podemos sospechar que se hicieron para representar un principio fundamental con un gran número de variaciones. El símbolo de la progresión periódica, el movimiento hacia un centro y  de este hacia fuera, pudo ser aplicado tanto al espacio como al tiempo en sus más diversos aspectos. La dirección de la progresión en sentido horario o anti-horario que no es la misma en todos los espirales, debe darnos una pista para descubrir su significado. El número de vueltas que no es el mismo en todos los espirales, debe ser parte del significado de los espirales, podrían haber sido símbolos del paso del tiempo o de algún otro tipo de evolución, quizás de una manera simbólica o filosófica (Reiche, 1993: 383).

En el curso de la evolución de las formas parece que se ha perdido el origen del espiral, habiéndose desarrollado derivaciones completamente abstractas, donde las líneas han perdido su redondez regular, con recorridos de cuatro esquinas o bien formas ovaladas, se han hecho toda clase de combinaciones de varios espirales entre ellos una forma parecida a la letra “S”, la que también se ha encontrado entre las figuras de Nazca (Reiche, 1993: 372). Cabe señalar que las líneas y otros dibujos en las pampas de Nazca tienen su origen en el Intermedio Temprano (200 - 700 d. C). En resumen se puede decir que las formas en espiral son más antiguas en relación con otro tipo de combinaciones como la letra “S”, y obviamente el geoglifo del “8” estaría dentro de estas formas, posterior al origen en espiral.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Álvarez Zeballos Paul. Los petroglifos de la Mezana, Cantas, Pitis y La Laja valle de Majes. Publicación en internet – Arqueología del Perú.
  2. Álvarez Zeballos Paul. El geoglifo del 8 valle de Majes. Publicación en internet. Diario la república “Revista Andares 2001”
  3. Goldstein, Paul. Andean Diaspora. The Tiwanaku colonies and the origins of South America Empire. University press of Florida, 2005. Chapter 5 Agrarian settlement in the middle Moquegua valley. pp. 113 – 180.
  4. Linares Málaga Eloy. Pre - Historia de Arequipa. Tomo I. Editores Concytec - UNSA. Arequipa - Perú.  Marzo 1990.
  5. Owen Bruce D y Paul S. Goldstein. Tiwanaku en Moquegua: interacciones regionales y colapso, boletín de arqueología PUCP, n.° 5, 2001, 169-188
  6. Reinhard Johan. Las líneas de Nazca. Una nueva perspectiva del origen y significado. Los Pinos Editorial. Lima – Perú. Sexta edición 1996.
  7. Reiche María. Contribuciones a la geometría y astronomía en el antiguo Perú. Epigrafe Editores S.A. Lima – Perú. Mayo  1996.
  8. Reiche María. Palpa Nazca Perú. Secreto de la pampa. Enotria Editorial S.A. Lima – Perú. 1949.
  9. Ryan Patrick Williams, Michael E. Moseley, & Donna j. Nash. Empires of the Andes a majestic frontier outpost chose cooperation over war, Scientific American Discovering Archaeology March/April Issue, pp 69-73 (Bajado de internet)
  10. Ryan Patrick Williams & Donna J. Nash. Andean Archaeology I, Chapter 8 Imperial interaction in the Andes Wari and Tiwanaku at Cerro Baul. (Bajado de internet)
  11. Ryan Patrick Williams, Michael E. Moseley, & Donna j. Nash, Susan de France, Mario Rúales, Miranda y David Goldstein. Boletín de Arqueología nº 9 2005, 207 – 232 – 2004, los encuentros y las bases para la administración política Wari.

Para mayor información acerca de los desarrollos de Wari y Tiwanaku en el valle de Moquegua se recomienda leer el trabajo de Goldstein y Owens: 2001, HUARI Y TIWANAKU: MODELOS VS. EVIDENCIAS. Tiwanaku en Moquegua: interacciones regionales y colapso.

Por: Paúl J. Álvarez Zeballos



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