por: Arql. Lizardo Tavera Vega
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El Ojo de DiosDe los muchos objetos recuperados por los arqueólogos en Caral, uno de ellos es singular por su forma y significado. Se le ha llamado "el ojo de dios". Lo forma una armazón de carricillos o palitos colocados en forma de cruz o equis sobre la que se ha tejido una cobertura con hilo de algodón de varios colores a modo de espiral, partiendo de la unión de la intersección de los palitos. El aspecto final es con forma de rombo o rectángulo. Arriba izquierda: "Ojo de Dios" contemporáneo de la nación Ashaninka de la amazonia peruana. Arriba derecha: Los encontrados en Caral (tomado de "Caral, La Civilización más Antigua de América"). Abajo: Dibujo esquemático de los artefactos publicada en el Boletín de Museo de Arqueología y Antropología de la UNMSM (año 4, nº 4, 2001). La importancia y significado de estos objetos en la vida de los pretéritos caralinos se relaciona con la concepción del mundo y el papel que cumplían algunas personas con trabajos especializados (como la de astrónomos) dentro de esa sociedad. Los "ojos de dios" fueron hallados como ofrendas en rellenos usados para remodelar construcciones en un conjunto residencial del Sector Bajo (Shady 2004). Objetos similares, pero no tan antiguos como los de Caral, se han encontrado en la bahía de Paracas asociadas a tumbas del período precerámico, en Huaca San Marcos, pirámide de la cultura Lima y en tumbas en el valle de Chancay. Cabe resaltar que la tradición de los "ojos de dios" no se ha perdido y aún supervive en algunas tribus amazónicas como los Shipibos, quienes las confeccionan para venderlas a los turistas (Shady 2004).
Textos, fotos y dibujos: Lizardo Tavera |