por: Arql. Joaquín Narváez Luna
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Investigaciones Realizadas antes de la Construccion del Estadio:Las primeras referencias que se conocen acerca de la Huaca Concha son del viajero inglés Thomas Joseph Hutchinson (1873) quien entre 1871 y 1872 recorrió gran parte del país describiendo su geografía, habitantes, y sobre todo, sus monumentos arqueológicos. En Lima visita el complejo arqueológico Maranga al cual denomina "Huatica", por el nombre de un canal de irrigación que en realidad se encontraba más al este, entre Santa Beatriz y Miraflores. Hay que recordar que en ese entonces la ciudad de Lima sólo se ubicaba en lo que ahora es el Centro y que, exeptuando pequeños pueblos como Miraflores, Barranco, La Magdalena o el puerto del Callao, en el resto del valle se encontraba grandes haciendas con extensos campos de cultivo en los que se distribuían numerosos montículos arqueológicos. Hutchinson contabilizó 17 huacas del Complejo Maranga al cual denominó "antigua ciudad de Huatica" llamándole especial atención tres grandes montículos ubicados al norte del asentamiento, a las que denominó "huacas del grupo Pando", por el nombre de otra hacienda que se encontraba en las proximidades. Plano de Middendorf de la "Ciudad de Huatica". El primer montículo desdse arriba (N. 17) es Huaca Concha) Estas fueron: la Huaca Concha, la más septentrional y con una gran cruz de madera en su cima, el "gran montículo central", el mas importante de los tres (conocido ahora como Huaca San Marcos); la tercera no fue descrita pero debe ser la Huaca 21 del complejo. De estas huacas dejó un valioso dibujo que da una idea del aspecto que tenían en el siglo pasado.(Hutchinson, 1873). El viajero alemán Ernst W. Middendorf (1894) recorre también la zona describiendo, levantando croquis y fotografiando los principales sitios arqueológicos del valle del Rímac. Gracias a el tenemos el primer plano de la "ciudad de Huadca", es decir del complejo arqueológico Maranga (fig. 1). Denominó a la Huaca Concha "Colina 17" y señaló que se asentaba sobre una gran plataforma conformada por acumulaciones de cantos rodados. A comienzos del siglo XX el arqueólogo alemán Max Uhle también estudia las huacas del complejo Maranga, pero de manera muy superficial. Denomina a los materiales recolectados de las "grandes colinas" artificiales de Lima como "Proto-Lima". A el debemos la primera fotografía publicada sobre las Huacas Concha y San Marcos. (fig. 2). (Uhle, 1910). En los años veinte del presente siglo destacan las investigaciones del arqueólogo ecuatoriano Jacinto Jijón y Caamaño y del estadounidense Alfred Kroeber; sin embargo, no publicaron sus resultados hasta mucho tiempo después. Jijón y Caamaño (1949) modificó la numeración de los edificios de Maranga empleada por Middendorf usando números romanos y realizó excavaciones en algunas de las huacas, como en el caso de la Huaca Concha a la que llama "Huaca II". Según este autor, la "Huaca II" tenía 284 mts. de largo, por 181 mts. en su parte sur y 102 mts. de ancho en su parte norte, con 26 mts. de alto. Excavó en esta huaca descubriendo entierros intrusivos tardíos (Jijón y Caamaño, 1949: 148-151). Publica también un plano de la misma. Kroeber (1954: 20-21) respetó la numeración de las huacas de Maranga hecha por Middendorf y realizó numerosas excavaciones por medio de pozos y trincheras. Planteó que huacas como San Marcos (colina 16 de Middendorff) eran anteriores a una supuesta expansión Tiahuanaco y corresponderían al Proto-Lima de Uhle. Kroeber también publica una de las primeras fotografías tomadas a la Huaca Concha (Kroeber, 1954: 20). En los años treintas y cuarentas las investigaciones arqueológicas en Lima continúan con Monseñor Pedro Villar Córdova y Carlos A. Romero. Centran su atención en sitios como Maranga, en donde practican algunas excavaciones. Sin embargo, en sus publicaciones se dedican mas especular y no tanto a mostrar los resultados de las excavaciones que realizaron (Villar Córdova, 1935, 1942; Romero 1942). La Construccion del Estadio y los Primeros Destrozos en la Huaca ConchaEn 1941 el entonces gobierno central presidido por Manuel Prado proyectó la construcción de un nuevo Estadio Nacional, que reemplazara al antiguo "José Diaz" ubicado en Santa Beatriz. Para esto se eligieron los terrenos de la Hacienda Concha que se encontraba entre Lima y El Callao. Se determinó, como una forma de ahorrar dinero y trabajo, construir el nuevo estadio montándolo sobre una de las grandes huacas del complejo, la Huaca Concha a la cual denominaban, "Huaca de la Cruz" por la enorme cruz que se encontraba plantada en su cima (Resolución Suprema Nº 604 del 14 de julio de 1941). Así, se desbastó el flanco este de la pirámide y se niveló la cima reduciendo el montículo a solo 10 mts. de alto utilizando un sistema de rieles y vagones para extrer y movilizar las tierras. (Junta Pro-desocupados, 1946: 125-127). Los trabajadores se obtuvieron de las haciendas vecinas y de la Junta Pro-desocupados. Entre 1943 y 1944 el Servicio Aerofotográfico Nacional de la Fuerza Aérea del Perú realizó el primer vuelo aerofotográfico del valle de Lima (Proyecto S.A.N. 340). Las fotografías obtenidas constituyen ahora valiosísimos instrumentos de trabajo para la arqueología ya que registraron muchos montículos y canales de irrigación que se remontaban a tiempos prehispánicos y que ahora han desaparecidos por la moderna expansión urbana. El 12 de febrero de 1942 sobrevuelan Maranga y registrán las diferentes huacas del complejo. En la fotografía de la zona en donde ahora se emplaza la ciudad universitaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos se puede apreciar con toda claridad a la Huaca Concha y la magnitud de los destrozos que se estaban cometiendo. (Fig. 4). Así, se puede ver como ya se han montado las tribunas de occidente del estadio sobre el flanco este de la pirámide y como se está degradando la cima desplazando las tierras obtenidas formando un gran anillo para poder dar sustento a las tribunas de norte, sur y oriente. Otros montículos arqueológicos se pueden observar en la foto, montículos que serían destruidos luego para construir la Ciudad Universitaria de San Marcos. Foto Aerea de 1944. En primer plano, el estadio en plena construcción. Arriba a la izquierda, Huaca Concha (en pleno proceso de destrucción) A comienzos de la década del 50, San Marcos construye su ciudad universitaria en los terrenos de la antigua hacienda Concha. Según la versión más conocida, dicha ciudad universitaria se pensaba construir en terrenos de la universidad que se encontraban en donde ahora se emplaza el Hospital Edgardo Rebagliati y el Seguro Social, en la avenida Arenales en Lince, en donde San Marcos ya tenía su Museo de Historia Natural y Jardín Botánico. Sin embargo, al ser el terreno en cuestión ambicionado por el gobierno de entonces presidido por el general Odría para la edificación de diversas obras, se permutó este terreno a la universidad por otro, en ese entonces en las afueras de Lima. Y para no afectar a los grandes haciendas de la zona como Concha, Aramburú o Pando, se le entregó la zona arqueológica, en donde habían pocas tierras de cultivo debido a la masiva presencia de piramides y otras estructuras arqueológicas. Al pasar dichos terrenos a San Marcos, también pasó el Estadio a su propiedad, convirtiendose en su Estadio Universitario. A partir de la década del 50, San Marcos destruyó 5 pirámides del complejo para levantar los diferentes pabellones de la Universidad. (Silva et al, 1995). El estadio finalmente es inaugurado en 1957. Concluidas las obras del estadio, la Huaca Concha había quedado bastante afectada, rebajada en altura casi 16 mts. y recubierta por diferentes estructuras modernas. Sin embargo, un 70 % de la huaca aun se conservaba en todo el flanco este del estadio universitario (fig 5). Por otro lado, el estadio nunca fue utilizado en su total capacidad ya que entre otros problemas, su estructura comenzó a ceder ya que se construyó sobre terrenos muy inestables, producto del acarreamiento de tierras de la huaca hacia los lados. Tanto la construccion del Estadio sobre la Huaca Concha como la de la ciudad Universitaria de San Marcos en medio del Complejo arqueológico Maranga, fueron hechos ilegales desde todo punto de vista, ya que violaban leyes como la 6634, Ley de Conservación de Monumentos y Reliquias Nacionales, que estaba vigente desde el 13 de junio de 1929, y en donde se prohibía la excavación de yacimientos arqueológicos que no tuvieran autorización de estado y que no se hicieran con propósitos serios de estudio. La Huaca Concha Despues de la Construccion del EstadioUna vez construido el estadio y la Ciudad Universitaria de San Marcos, la Huaca Concha pasó a un olvido casi absoluto como si hubiera sido destruída por completo. Así por ejemplo, en 1953 una comisión del Senado realiza una evaluación de la situación de varios sitios arqueológicos del país incluyendo las huacas del complejo Maranga, limitándose a constatar los enormes destrozos infringidos a la huaca Concha con la construcción del estadio y a la Huaca San Marcos con la construcción del Hospital Naval (Senado de la República, 1953). Entre 1963 y 1964, debido al fuerte impacto que los sitios arqueológicos sufrían por la rápida expansión urbana de Lima, se crea la Junta Deliberante Metropolitana de Monumentos Históricos, Artísticos y lugares Arqueológicos de Lima. Sin embargo en sus informes no señalan la existencia de estructuras arqueológicas en el flanco oeste del estadio y confunden a la Huaca San Marcos con la Huaca Concha. (Bonavía, Matos y Caycho, 1963-64). Milla Villena (1974) realiza para el Instituto Nacional de Cultura un catastro de sitios arqueológicos de los valles del Rímac y Santa Eulalia, el cual sólo quedó como un informe ya que nunca fue publicado. No señaló la existencia de una huaca próxima a las tribunas de occidente del Estadio de San Marcos. Rogger Ravines elabora un inventario de monumentos arqueológicos de Lima Metropolitana. Sin embargo no indica la existencia de la huaca Concha en el lado oeste del Estadio de San Marcos; confunde también a las Huaca San Marcos con la Huaca Concha y se limita a señalar que la Huaca del Estadio fue destruida en 1947 (Ravines, 1985: 96). Canziani (1987: 10-11) señala que la Huaca Concha, a la cual denomina "montículo 12" fue destruida casi integramente en los años 40 con la construcción en el lugar del Estadio. En 1987, con la edificación del pabellón de la Facultad de Ciencias Sociales en la Ciudad Universitaria de San Marcos, se dejaron al descubierto numerosas estructuras arqueológicas. Debido a esto, Idilio Santillana elabora un informe basado en las fotos aéreas de Proyecto S.A.N. 340, con la cual sectoriza la zona arqueológica de la Universidad en base a los montículos arqueológicos que se pueden observar en la aerofoto (Santillana, 1988; Silva et. al, 1993). Santillana indica la existencia de 11 sectores arqueológicos en la Ciudad Universitaria, denominando a la Huaca Concha, Sector 4. Dicho informe fue elevado a las autoridades universitaria para su conocimiento y el futuro cuidado en la construcción de nuevos ambientes en la Universidad. Sin embargo, esto no se tomaría en consideracion como veremos a continuación. La Remodelación del Estadio a Partir de 1992 y los Nuevos Destrozos en la Hucaca ConchaA comienzos de 1992, el gobierno firma, a través del Ministerio de la Presidencia, un convenio con San Marcos para remodelar el Estadio Universitario. Los objetivos eran, en cuatro etapas, construirse un cerco perimétrico, baños, cafeterías, tribuna presidencial, vias de acceso, iluminación y una gran playa de estacionamiento. En esa época, San Marcos había comenzado a ser intervenida por el Gobierno, primero con la intervención militar que prosigue hasta la fecha y que se inició en 1991. Es en ese contexto que se firma el convenio. Hecho esto, las obras se iniciaron casi de inmediato comenzando por levantarse un gran cerco perimétrico , y sin hacerse ninguna consulta previa ni a la Escuela de Arqueología de San Marcos ni al Instituto Nacional de Cultura a pesar de todos los antecedentes existentes que señalaban la prescencia de un gran edificio arqueológico entodo el flanco oeste del estadio. Cuando la Escuela de Arqueología de San Marcos se entera de que ya se estaban realizando excavaciones en el contorno del Estadio para construirle un cerco perimétrico, comienza a advertir acerca de la posible destrucción de estructuras arqueológicas cuando se llegara a la Huaca Concha. Así, el 11 de agosto de 1992 el entonces Director de la E.A.P. de Arqueología envía un oficio al Decano de la Facultad de Ciencias Sociales solicitándole que se dirigiera al Rector de la Universidad y al ingeniero reponsable de las obras a fin de que se tomasen las medidas necesarias para esto no ocurra. Sin embargo, no se tomó en cuenta esa solicitud y las obras prosiguieron. Así, el 8 de junio de 1993, maquinarias pesadas (retroexcavadoras y bulldozers) comienzan a remover la plataforma superior de la pirámide para hacer dos grandes forados en donde se edificarían los cimientos de la baños y estacionamiento subterráneo. Los dos grandes forados (pozo norte y pozo sur) dejaron al descubierto importantes evidencias arqueológicas; en el pozo norte apareció arquitectura del Intermedio Temprano, como muros enlucidos y pintados de amarillo formando grandes recintos, banquetas de tapia y pisos también pintados de amarillo. En el pozo sur se descubrieron, aparte de gruesos muros hechos con adobitos, numerosos fardos funerarios pertenecientes al Intermedio Tardío. (vease fig. 9). Dichas acciones violaban flagrantemente leyes como la Ley 24047, "Ley de Amparo al Patrimonio Cultural", el Título Octavo del Codigo Penal, "Delitos contra el Patrimonio Cultural", y a las normas de construcción vigentes. Foto del "pozo sur". Se ve claramente las estructuras de "adobitos" inmediatamente debajo del piso de cemento. En ese mismo momento se hicieron las denuncias ante el Instituto Nacional de Cultura y los medios de comunicación. El 9 de junio se publica un artículo en el diario El Comercio de Lima y el 10 se dio un fuerte editorial del mismo diario denuciando estos destrozos. También reportajes en los canales 13, 4 y 9 de televisión. El 21 de julio, como producto de la inspectoría hecha por el INC, se impuso una multa de 1,000 unidades impositivas tributarias (UIT) a la Universidad y a la empresa constructora (Resolución Directoral Nº 048-93 DGCPC). Sin embargo, el 25 de agosto la multa es levantada por resolución jefatural del INC comprometiéndose la Universidad a proteger los sitios arqueológicos de la Ciudad Universitaria , incluyéndose la puesta en valor de la Huaca Concha a cambio de no tener que pagar la multa. (Resolución Jefatural Nº 118-93). A pesar de esto, los destrozos se reiniciaron apareciendo los fardos funerarios. Al denunciarse este hecho, el 25 setiembre la Dirección de Patrimonio Monumental del INC, exige a la coorporación de Ingienería Civil, encargada de ejecutar las obras, detener los destrozos ya que no se había firmado ningún convenio ni se había dado autorización para continuar las obras (oficio Nº 021-93-Sub-D/MNAAHP). Ante la negativa de paralizarse la obra, en setiembre se genera por parte de los estudiantes de la Escuela de Arqueología, un movimiento que tuvo por finalidad exigir que se paralicen las obras y se firme el convenio . También, se inician los trabajos de rescate de los numerosos entierros tardíos que aparecieron en los cortes practicados por la empresa constructora, trabajos que estuvieron a cargo del arqueólogo Jorge Silva. Sin detenerse la obra, el 9 de noviembre de 1993, por Resolución Rectoral Nº 114329, se resuelve crear una comisión presidida por el Decano de la Facultad de Ciencias Sociales para que en coordinación con la Escuela de Arqueología formulen la propuesta del convenio que se debería firmar entre el INC y la Universidad. La propuesta es elevada recién el 27 de mayo de 1994 al rectorado. Sin embargo, el dicha propuesta fue archivada y jamás se firmó convenio alguno. Ante la negativa de firmarse el convenio y de continuarse los destrozos, las denuncias continuaron por parte de miembros de la Escuela de Arqueología. Sin embargo, el INC no hizo nada al respecto. Con la tercera etapa de remodelación del Estadio la destrucción de la Huaca Concha continúa abriéndose más forados para la instalación de iluminación eléctrica. El 27 de diciembre de 1994, por Resolución Rectoral Nº 5281-R-94, la Universidad resuelve encargar a la Facultad de Ciencias Sociales elevar un informe técnico de los sitios arqueológicos existentes en la Ciudad Universitaria, informe que sería realizada por una comisión integrada por arqueólogos ajenos a la plana docente de la Universidad. Con esta resolución, la E.A.P. de Arqueología quedó relegada del problema. Hay que señalar que el informe jamás se realizó y para lo único que sirvió fue para que las obras continuaran. El 25 de mayo de 1995 se produce finalmente la intervención directa del gobierno en San Marcos. Sus autoridades fueron retiradas de sus cargos y se instaló una Comisión Interventora designada por el gobierno. En declaraciones a la prensa llevadas a cabo noviembre del mismo año, el Presidente de la Comisión Interventora, quién cumplía las funciones de rector, declaró a la prensa que el estadio ya estaba por concluirse y que no había ningún problema con algún sitio arqueológico en sus proximidades. Esto fue punto final al problema ya que a fines de 1995 el Estadio remodelado fue inaugurado por el presidente Albeto Fujimori. En la actualidad, lo que queda de la Huaca Concha se encuentra recubierto por diversas estructuras modernas en la plataforma superior, una playa de estacionamiento para el estadio en la plataforma inferior y aislado del resto de la Universidad por un gran cerco perimétrico. Reflexiones FinalesDesde que se inauguró el Estadio hasta la fecha, no ha habido un sólo espectáculo deportivo. Y esto se debe a que sus nuevas estructuras han comenzado a ceder presentándose el mismo problema que en años anteriores. Así por ejemplo, losnuevos baños , postes de alumbrado eléctrico y veredas han sufrido fuertes hundimientos y desplazamientos ya que los suelos sobre los que han sido construidos siguen siendo muy inestables. Además, la ubicación del estadio, ahora en pleno casco urbano , con estrechas vias de acceso y grandes zonas residenciales en las proximidades, además de estar enclavado en medio de la Universidad, no la hace un lugar seguro para llevarse a cabo eventos de ese tipo. Y es que la obra sólo tuvo intencionalidad política desde un primer momento. Hay que señalar que se invirtieron más de tres millones de dolares en una obra que no era prioritaria para la universidad ya que existían, y existen, necesidades mas apremiantes (laboratorios y bibliotecas mejor equipados, faltan diversos ambientes como aulas y sin considerar los bajísimos sueldos que perciben los docentes y trabajadores universitarios). La legislacion peruana, aunque contempla la protección del Patrimonio Arqueológico de la Nación con numerosas leyes, en la práctica es letra muerta ya que no se toman en consideración cuando de por medio existen obras electoreras del régimen de turno. La Huaca Concha es uno de fue uno de los principales monumentos arqueológicos del Perú. Su destrucción inmisericorde nos hace reflexionar acerca de los graves vacios que existe en la cultura de un pueblo que permite que ocurran estas cosas y del nivel al que se puede llegar cuando la informalidad, la ilegalidad y la demagogia se convierten en armas políticas para perpetuarse en el poder. Y ante la inactividad de las autoridades competentes, sólo queda por el momento seguir denunciando estos hechos, con la esperanza de que algún dia dejen de producirse estas cosas en nuestro pais, dueño de un patrimonio arqueológico invalorable. Bibliografía
Autor: Joaquín Narvaez, Foto: Lizardo Tavera |