Este artículo presenta importantes evidencias arqueológicas compuestas por tres litoesculturas recuperadas en el valle medio del río Casma. La reconstrucción de su procedencia, adecuado registro y comparaciones estilísticas, nos conducen a situarlas geográficamente en el distrito de Yaután, valle de Casma, ruta natural de conexión entre la costa y el callejón de Huaylas, ubicándolas cronológicamente en el Arcaico Tardío (3,000-1,800 a.C.).
UBICACIÓN GEOGRÁFICA
Las litoesculturas fueron halladas en el paraje denominado Mesapatac– Tutuma entre las quebradas Hierba Buena y Hierba Buena Grande del caserío 31 de Mayo en el distrito de Yaután, provincia de Casma, departamento de Ancash, cerca de los límites distritales de Yaután con Pariacoto, perteneciente a la comunidad campesina de Cochabamba. (Figuras 1 y 2). El acceso a este sitio se realiza a partir la ciudad de Casma, a través de la carretera Casma-Huaraz hasta llegar al Km. 47 de dicha carretera y hacia la margen derecha del río Grande(1), sobre los 945 m.s.n.m.
Figura 1.- Ubicación de la zona denominada Mesapatac en el distrito de Yaután.
LITOESCULTURAS DE MESAPATAC: NOTICIANDO EL HALLAZGO
Dos Felinos y un ofidio conforman el grupo iconográfico de litoesculturas grabadas en tres rocas halladas en junio del 2003. El hallazgo se efectuó a raíz de los proyectos de expansión de terrenos de cultivo dentro del Programa Nacional de Manejo de Cuencas Hidrográficas y Conservación de Suelos (PRONAMACHS) del Ministerio de Agricultura, quienes llevaban a cabo un trabajo de mejoramiento de suelos en la zona para lo cual ampliaron los terrenos en cuestión, en este caso afectando un importante sitio arqueológico con la finalidad de volver las tierras aptas para el cultivo, según nos refirieron los propietarios.
Figura 2.- Vista aérea tomada por el Servicio Aerofotográfico Nacional, 25 de agosto de 1973.
De este sitio se rescataron artefactos líticos sin decoración –según referencias de los mismos pobladores– además de 3 monolitos con diseños incisos, dos de los cuales fueron trasladados a la municipalidad de Yaután con el fin de organizar y equipar un museo arqueológico que permitiera fomentar el turismo pero, lamentablemente, otro fue el destino de estas importantes piezas pues ahora están hincadas en una base de cemento a la entrada del edificio municipal. Finalmente, la tercera litoescultura permanece aún dentro del área de terrenos de cultivo como parte de un muro de delimitación. Las tres litoesculturas presentan diseños complejos dentro de los cuales dos corresponden a felinos vistos de perfil y la tercera corresponde a la representación de un ofidio.
BREVE DESCRIPCIÓN DE LAS LITOESCULTURAS
La principal técnica empleada para la elaboración de las dos litoesculturas (del felino y el ofidio) fue el tallado en planorelieve, mediante el rebajamiento y pulido de la superficie externa del al área fuera de la línea que delimita la figura, logrando de esta manera que el diseño se torne elevado sobre la superficie de la roca, además del contraste que resalta entre la pátina original oscura (formada en la superficie de la roca a consecuencia del intemperismo) y el interior de la roca. Para los rasgos y demás componentes iconográficos contenidos en las figuras como dientes, garras, ojo, apéndice, círculos y diseño antropomorfo central se utilizó la técnica del surco tallado mediante percusión dejando una perforación de coloración mas clara por ausencia de la pátina. Sólo una de las caras de las rocas fue trabajada con los diseños referidos.
Figura 3.- (a) Fotos nocturnas del Felino A con luz rasante. (b) Fotos nocturnas del Ofidio con luz rasante.
El estado de conservación de las litoesculturas es regular, las causas de su deterioro son naturales y antrópicas. Su exposición a la intemperie y el público ya comenzó a dejar estragos con evidencias de despostillamiento, tizado, etc. a los que son sometidos por los pobladores que ignoran su valor patrimonial. La litoescultura que permanece en los terrenos de cultivo se encuentra también bastante erosionada. El registro se realizó mediante fotos de día con escala y fotos nocturnas con luz rasante (figuras 3 a y b).
En cuanto a sus dimensiones estas se mantienen homogéneas siendo de: 1.15 m alto por 0.40 m de ancho para el felino, 1.25 m alto por 0.40 m de ancho Para el ofidio y 1.15 m alto por 0.40 m de ancho Para el ser felino.
FELINO A:
Esta primera litoescultura fue recuperada el 22 de mayo del 2003 en Mesapatac, labor en la cual participaron algunos regidores del distrito recuperando “una piedra grabada en alto relieve de 1.15 x 0.40 cm. que se ubicaba en la propiedad del señor Juan León Chilca”… (Según acta levantada sobre la recuperación de estos restos arqueológicos por la Municipalidad Distrital de Yaután). Se representa aquí un felino visto de perfil (Figura 4) trabajado en planorelieve, el cual fue trasladado ese mismo día a la Municipalidad Distrital de Yaután bajándolo por la ladera del cerro mediante palos a manera de camilla debido a la estrechez del camino y la pendiente inclinada.
Al recorrer la zona en el año 2004, pudimos tomar las coordenadas de ubicación original de la litoescultura: 0178282 E 8944864 N . Sobre los 945 m.s.n.m.
Figura 4.- Felino de Mesapatac
OFIDIO:
Posteriormente, el día 19 de junio del mismo año fue recuperada una segunda roca grabada con el diseño en planorelieve de un ofidio (Figura 5), de 1.20 m de largo por 0.40 m de ancho, ubicada originalmente en los terrenos del señor Cirilo Mendoza Zenozaín, los cuales colindan con los terrenos anteriormente descritos y también fue trasladada a la Municipalidad Distrital de Yaután mediante el mismo sistema de camilla (Figuras 6- 8) con el apoyo de los propietarios del terreno en cuestión (Figura 9).
Durante nuestra visita, en junio del 2004, pudimos determinar su ubicación original la cual correspondería a las coordenadas 0178317 E 8944966 N. Sobre los 901 m.s.n.m.
Figura 5.- Ofidio de Mesapatac
Figuras 6 y 7.- Autoridades municipales retirando el monolito con representación de ofidio del lugar de hallazgo en Mesapatac. Fotografía tomada el día 19 de junio del 2003.
Figuras 8 y 9.- Traslado del monolito con representación de ofidio. Izquierda: Señor Cirilo Mendoza, quien encontró la litoescultura en sus terrenos.
FELINO B:
El joven Antonio León López; hijo del señor Juan León nos mostró la tercera piedra grabada con el diseño de otro felino, pero que en este caso sufrió mayor erosión, por lo cual el diseño no se encontró muy claro (Figura 10). Esta tercera litoescultura aún permanece en la zona de cultivo como base de una pirca de manufactura reciente (figura 13).
Figura 10.- Felino B de Mesapatac
Nuestra primera visita se realizó el día martes 08 de junio del 2004 y durante el recorrido pudimos observar en la periferia del sitio algunos restos de fragmentos de cerámica decorada incisa, bordes, un batan, algunos pulidores, restos de estructuras colapsadas y terrazas ubicadas en la falda del cerro Mesapatac. Dicho material dataría de ocupaciones posteriores parcialmente destruidas. Las coordenadas correspondientes son: 0178085 E 8944928 N. Sobre los 975 m.s.n.m.
Figura 11.- Litoescultura luego de su traslado al municipio de Yaután (2003). Figura 12.- Litoescultura en su ubicación actual, en el frontis municipal (2007) nótese la base de cemento, el desgaste y el tizado.
El rescate de las litoesculturas se realizo con el levantamiento de un “acta de restos arqueológicos” siendo el alcalde Distrital de Yaután el Sr. Santiago Huaynacaqui Carrión y ante la presencia de algunos regidores. Posteriormente, dichas litoesculturas (2) fueron sometidas a un tratamiento de “limpieza” que causó la eliminación parcial de la pátina superficial sufriendo daños importantes (figuras 11 y 12), para luego ser fijados con cemento sobre un pedestal en el frontis del nuevo local municipal (Figura 14).
Figura 13.- Tercera litoescultura, utilizada como base de una pirca en terrenos de cultivo.
Figura 14.- Ubicación de las litoesculturas de Mesapatac en el frontis del local municipal de Yaután el día de su inauguración el 04 de junio del 2004.
LOS ESTILOS PUNKURÍ, SECHÍN Y CUPISNIQUE
Los estilos Punkurí en el valle de Nepeña y Sechín en el valle de Casma, son originarios de los sitios epónimos y fueron propuestos inicialmente por Henning Bischof (Bischof 1994) quien reconoce cierta secuencia entre ellos siendo Punkurí el más antiguo, seguido por el estilo Sechín y posteriormente Chavín A, los cuales según el autor para el Precerámico Tardío pueden llegar a ser parcialmente contemporáneos (Bischof 1994:169). Por su parte, Rafael Vega-Centeno menciona también la posible coexistencia de los estilos Punkurí y Sechín (Vega-Centeno 1998).
Posteriormente, el estilo de representaciones tempranas en la costa norcentral presenta importantes variantes regionales que han sido poco estudiadas, tales como Cupisnique (La Libertad) entre los valles Moche y Chicama; propuesto por Rafael Larco Hoyle a mediados de la década de 1930, utiliza por primera vez el término “Cultura Cupisnique”, denominando así a cierta variedad de cerámica, arquitectura, ajuar y contextos funerarios, reconocidos en las necrópolis Palenque, Barbacoa y Sausal; entre otros. Según Larco, Cupisnique era originaria del valle de Nepeña, “…pueblo forjador de ideales religiosos que giraron alrededor del felino” (Larco 1941:9) y venía siendo denominada inapropiadamente como Chavín. Además identifica los sitios de Punkurí, Sechín y Moxeque como coetáneos a Cupisnique dentro de un Período Evolutivo Nepeña y a Chavín de Huantar y Cerro Blanco dentro de un Período de Auge, con arte religioso de carácter ceremonial, con religión zoólatra de culto al felino (Larco 1941:149).
FELINOS DEL ARCAICO TARDÍO
Reconocemos dentro del Arcaico Tardío el estilo Sechín (Bischof 1994), con arquitectura ceremonial asociada, litoesculturas y otras manifestaciones culturales cargadas de representaciones iconográficas dentro de la cual la representación del felino de Mesapatac ha sido ya caracterizada, resaltando su similitud iconográfica con los felinos pintados de Cerro Sechín y Quebrada del Felino (Falcón y Suárez 2009) a los que podríamos agregar el animal del Motivo Dos de Punkurí (Figura 15-c) -cuyo lomo presenta también dos apéndices escalonados- reivindicando la importancia del felino dentro del panteón religioso del Arcaico Tardío.
Figura 15.- (a) Felino A de Mesapatac, (b) Animal del Motivo Dos de Punkurí. Tello 2005 (c) Quebrada del felino. Falcón y Suárez 2009, (d) Vasija de esteatita. Falcón y Suárez 2007, (e) Felino de Cerro Sechín. Samaniego 1973, (f) Felino alado de Limoncarro. Bischof 1994.
El Felino A de Mesapatac posee una carga de elementos simbólicos tales como los apéndices sobre el lomo (que nos recuerda las “porras” de los guerreros Sechín, similares a los representados en Punkurí y la vasija de esteatita de procedencia desconocida, Figura 15-e), la representación de una cabeza antropomorfa de perfil del clásico estilo Sechín dispuesta en sentido inverso e inscrito en el centro de su cuerpo (Figura 16-a), la oposición de las patas, la cola enroscada, las garras de tres uñas, ojo y fauces que fueron caracterizadas en un trabajo anterior (Falcón y Suárez 2009). Estos felinos conforman sólo una muestra de los estudiados hasta ahora, como parte de las representaciones iconográficas de un importante nivel jerárquico asociado a la arquitectura ceremonial del Arcaico Tardío en tránsito al Formativo.
Los litos de Mesapatac poseen características físicas que dan la sensación de proceder de contextos arquitectónicos, tal como en Cerro Sechín, sin embargo, el problema cronológico y estilístico de las evidencias costeñas norcentrales se dificultan por el intenso saqueo, así como también de la destrucción y falta de investigación de los sitios tempranos.
Figura 16.- (a) Detalle de cabeza Sechín inscrita dentro del cuerpo del Felino A de Mesapatac, (b) Cabeza de Cerro Sechín. Vega-Centeno 1995. (c) Cabeza de Cerro Sechín. Cárdenas 1995, (d) Cabeza de estilo Sechín en San Juanito. Chapdelaine y Pimentel 2008 (e) Plato Dumbarton Oaks. Burguer 1982. (f) Guerrero Sechín. Tello 1956.
Las cabezas humanas-felinas representadas aisladas o contenidas en otras imágenes, resultan relevantes en la iconografía del Arcaico Tardío y el formativo temprano, como ya ha sido mencionado anteriormente (kaulicke 2001:46). Sin embargo, en nuestro caso y retomando las ideas de su descubridor, las cabezas del estilo Sechín representarían una especie de híbrido, ya que los rasgos principales tales como la nariz redondeada y ancha, boca con fauces que muestran los dientes en rictus de agresividad y ojos con comisuras alargadas serían características de felinización (Tello 1956:237).
El estilo Sechín, donde aparecen también representaciones de personajes ataviados de símbolos, portando un apéndice escalonado en la parte superior de sus varas además de una banda o franja dispuesta verticalmente al cuerpo, con algunas cabezas cercenadas inscritas (Figura 16-f) presentan gran similitud con las evidencias de Mesapatac hasta aquí expuestas.
OFIDIO DEL ARCAICO TARDÍO
Dos elementos importantes presentes en el ofidio de Mesapatac son el apéndice de tres puntas y el círculo concéntrico, bastante similar a los graficados en la espátula de hueso de Pallka pero que en el caso del ofidio se encuentran en mal estado de conservación, lo que dificulta su identificación. Presentamos una comparación de diversas representaciones registradas en la costa norcentral con el elemento del apéndice de tres puntas (figura 17), las cinco primeras (a-e) procedentes del valle de Casma.
Figura 17.- Apéndice de tres puntas en: (a) Ofidio de Mesapatac, (b) Grabado en hueso de Pallka. Tello 1956, (c) Las Haldas, (d y e) Graffiti de Sechín Bajo. Fuchs 2006, (f) Mortero de Punkurí. Tello 2005 (g) Vasija de esteatita. Falcón y Suárez 2007, (h) Litoescultura de Cerro Sechín.
COMENTARIOS FINALES
El Arcaico Tardío y el Formativo Temprano de la costa Norcentral del Perú es aún tierra desconocida, es necesario concatenar datos que no sólo contemplen la problemática iconográfica, en este caso inevitable debido a las circunstancias del hallazgo. Secuencias de evolución arquitectónica y otros aspectos culturales quedan relegados hasta ahora por los investigadores en un área germinal donde yace copiosa información. Lamentablemente, esta demora de estudios permite que en corto tiempo muchos emplazamientos arcaicos sean arrasados por saqueadores o pobladores que ignoran el valor e importancia de estos testimonios.
Las evidencias iconográficas de las litoesculturas presentadas, poseen claras asociaciones estilísticas con los sitios de Sechín Bajo y Cerro Sechín, cuya técnica de trabajo en piedra resulta bastante similar al segundo sitio mencionado, sin embargo, el contexto arqueológico perdido por las acciones modernas compromete a iniciar un trabajo exhaustivo de registro arqueológico en la zona. Afortunadamente, tenemos datos que reportan la existencia de evidencias arquitectónicas tempranas cercanas a Mesapatac, cuya investigación arqueológica aportará nuevas luces en la comprensión del desarrollo cultural temprano en el valle de Casma.
Resulta importante mencionar la necesidad de informar a la población sobre la importancia de comunicar cualquier hallazgo arqueológico fortuito, así como la necesaria comunicación permanente con el arqueólogo designado por el Instituto Nacional de Cultura para la región emplazado en el Museo Max Uhle de Casma. Trabajos intensivos próximos nos permitirán en adelante incidir en estos y otros aspectos de concientización y protección a nuestro patrimonio cultural nacional.
AGRADECIMIENTOS
A Raúl Palomo Rivera, Rosa Escárate y familia por su apoyo incondicional en Casma y Yaután -Fundo Matua-, durante nuestras temporadas de campo, al Lic. Victor Falcón Huayta por su valioso apoyo, comentarios y revisión a este texto, a Gabriela Aguilar por el apoyo en el registro de campo y a los pobladores de Yaután: Jesús Ubillús Cabrera, Juán León Chilca y Cirilo Mendoza Zenozaín quienes generosamente brindaron información sobre el hallazgo.
Lima, Febrero del 2010
NOTAS:
(1) El río Grande es denominado “Río Casma” aguas abajo a partir de su unión con el río Yaután.
(2) Todas las coordenadas geográficas fueron tomadas en el sistema WGS 84 con un GPS Garmin modelo Etrex con un una precisión de entre 6-7 m.
(3) El estilo Sechín fue representado en roca y barro, con diversas técnicas tales como la pintura mural y grabado en alto relieve.
(4) Estos elementos simbólicos que forman parte de las representaciones, se encuentran como hemos visto, presentes en la iconografía temprana como elementos de poder. Una caracterización del apéndice de tres puntas, el símbolo escalonado y el cuadrado, fue ensayada y expuesta por nosotros en: “Símbolos de poder en la iconografía del transito del arcaico al formativo en la costa norcentral del Perú”. Ponencia presentada al VI seminario de arqueología de la Universidad Nacional Federico Villarreal 2007.
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Textos, fotos y dibujos: Mónica Suárez Ubillus
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