por: Arql. Lizardo Tavera Vega
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Al Templo Pintado lo construyeron dentro del sector sagrado, considerado el más importante de Pachacamac pues reúne, al interior de un amplio espacio protegido por la Primera Muralla a las pirámides Templo Viejo y Templo del Sol que fueron los templos antecesor y sucesor respectivamente del Templo Pintado, además del denominado "cuadrángulo", del que no se sabe nada. El Templo Pintado o Templo de Pachacamac. Le debe su nombre a las pinturas que muestra en los grandes escalones que forman su fachada. DescripciónEl Templo Pintado, también conocido como Templo de Pachacamac, es una pirámide escalonada de 100 metros de largo máximo por 50 metros de ancho máximo (Ravines S/F). A la cima se llega siguiendo un camino en zigzag que asciende por medio de largas rampas, en donde hay dos patios grandes con evidencias de otras pequeñas estructuras. Tres de sus lados presentan un perfil delineado por una sucesión de muchas pequeñas terrazas asemejando los peldaños de una escalera gigantesca, pues cada uno tiene casi un metro de alto. Lo que sería el contrapaso de estos seudos escalones gigantes están decorados con figuras multicolores de personas, plantas, peces y animales marinos, quienes le han dado el nombre a esta pirámide: Templo Pintado. Isometría del Templo Pintado de Pachacamac realizado por Regulo Franco. Miguel de Estete fue un soldado español (contador de profesión) que acompañó a Francisco Pizarro en la conquista del Tawantinsuyu (Imperio de los Incas) y estuvo presente en la captura del Inca Atahuallpa en Cajamarca en 1532 (Ravines S/F). En enero de 1533 es mandado, bajo las órdenes de Hernando Pizarro, a Pachacamac en una expedición que tenía por objetivo garantizar el envió de oro y plata que como rescate debían pagar todos los curacas para liberar al Inca. Finalmente Pizarro cobró el rescate, pero ejecutó de todos modos a Atahuallpa. Estete escribió la relación de su viaje y por ello le debemos la descripción más antigua que se tiene de Pachacamac y del Templo Pintado que visitó, pues según le informaron era el templo donde estaba el dios Pachacamac: "(...) Y así contra su voluntad y de ruin gana nos llevaron, pasando muchas puertas hasta llegar hasta la cumbre de la mezquita, la cual era cercada de tres o cuatro cercas ciegas, a manera de caracol; y así se subía a ella; que cierto, para fortalezas fuertes eran más a propósito que para templos del demonio. En lo alto estaba un patio pequeño delante de la bóveda o cueva del ídolo, hecho de ramadas con unos postes, guarnecidos de hoja de oro y plata, y el techo puestas ciertas tejeduras, a manera de esteras para la defensa del sol porque así son todas las casas de aquella tierra, que como jamás llueve no usan de otra cobija; pasado el patio estaba una puerta cerrada y en ella las guardas acostumbradas, la cual, ninguno de ellos osó abrir. Esta puerta era muy tejida de diversas cosas; de corales y turquesas y cristales y otras cosas. Finalmente que ella se abrió y según la puerta era curiosa, así tuvimos por cierto que había de ser lo de dentro; lo cual fue muy al revés y bien pareció ser aposento del diablo, que siempre se aposenta en lugares sucios. Abierta la puerta y queriendo entrar por ella, apenas cabía un hombre, y había mucha oscuridad y no muy buen olor. Visto esto trajeron candela; y así entramos con ella a una cueva muy pequeña, tosca sin ninguna labor; y en medio de ella estaba un madero, hincado en la tierra, con una figura de hombre hecha en la cabeza de el, mal tallada y mal formada, y al pie, y a la redonda de él muchas cosillas de oro y plata ofrendadas de muchos tiempos, y soterradas por aquella tierra (...)" Ubicación del Templo Pintado al interior del Complejo Arqueológico de Pachacamac. AntecedentesComo ya se dijo líneas arriba, los primeros testimonios sobre este monumento los escriben Miguel de Estete en un testimonio inserto en la crónica "Verdadera relación de la conquista del Perú" de Francisco de Jerez o en su "Noticia del Perú" y Hernando Pizarro en su "Carta de Hernando Pizarro a los oidores de Santo Domingo", donde narran la visita que hicieron a Pachacamac en 1533, participando el primero como miembro y el segundo como comandante de la expedición a Pachacamac por encargo de Francisco Pizarro. Bernabé Cobo publica en 1653 la "Historia del Nuevo Mundo" y aunque no hace una mención directa sobre el Templo Pintado de Pachacamac es importante mencionar que señala que en los valles de Rímac y Lurín (donde está Pachacamac) se hablaba una lengua particular cuyos rastros se oían aún en 1630 (Ravines S/F), sin embargo para el siglo XIX ya había desaparecido completamente. El primero en estudiar científicamente este monumento fue el arqueólogo alemán Max Uhle, quien inició sus excavaciones en Pachacamac el 23 de febrero de 1896 y las terminó en diciembre de 1898 publicando un amplio reporte en 1903 bajo el título de "Pachacamac, Report of the William Paper M.D., LL.D, Peruvian Expedition of 1896". Uhle estudió al Templo Pintado y excavó el cementerio que se encuentra delante (y por partes, debajo) de este templo. Idolo de Pachacamac al momento de ser descubierto por Alberto Giesecke en 1938. Foto proporcionada por Francisco Vallejo. En 1938, Alberto Giesecke, por encargo del gobierno peruano realizó trabajos de limpieza y escombramiento en Pachacamac donde se trabajó en parte del Templo Pintado, encontrándose dentro del desmonte antiguo al que hoy conocemos como el Ídolo de Pachacamac, tema que trataremos mas adelante. Entre octubre y noviembre de 1983, financiados por el Sr. Alberto Ghitis se realizó una campaña de prospección arqueológica, levantamiento topográfico y limpieza parcial de este edificio a cargo del arqueólogo Ponciano Paredes. CronologíaEl Templo de Pachacamac o Templo Pintado a pasado por dos grandes momentos: 1) Fase Templo Rojo y 2) Fase Templo Policromado (Ravines S/F, Paredes 1985). La Fase Templo Rojo transcurre durante el período Horizonte Medio época 2 (650 a 750 d.C.). En ese momento fue el templo principal en reemplazo de Templo Viejo. A los pies del Templo Rojo se formó un extenso cementerio donde predominan los entierros de personas muy ligadas a la cultura Wari (del departamento de Ayacucho). Esta ligazón está materializada en los diseños, colores e íconos representados en vasijas de cerámica y textiles que acompañan y envuelven a los difuntos. La Fase Templo Policromado sucede inmediatamente a la anterior, construyéndose, sobre el Templo Rojo, uno nuevo, pero siguiendo las mismas características de su predecesor (Ravines S/F, Paredes 1985). Este nuevo templo, llamado Templo Policromado, que es el que se observa en la actualidad, funcionó durante el período Horizonte Medio época 3 (750 d.C.) y en adelante, posiblemente hasta la llegada de los españoles en 1533 como templo principal del dios Pachacamac. ArquitecturaComo ya se mencionó en la descripción, el Templo Pintado de Pachacamac es una sucesión de pequeñas plataformas bajas rectangulares ordenadas de forma escalonada en tres de sus lados. El cuarto lado esta apoyado contra un pequeño promontorio. El lado más importante es el de orientación noroeste, que es donde se ubican la mayoría de pinturas murales y el ingreso principal, que da acceso a un camino ascendente de rampas en zigzag hasta la cima donde dos plazas grandes y varios recintos pequeños reciben al peregrino. Uno de éstos recintos debió ser el descrito por Estete donde estaba el auténtico ídolo de Pachacamac el mismo que fue destruido por Hernando Pizarro: "... Y el dicho capitán [Hernando Pizarro] mandó deshacer aquella bóveda, donde el dicho ídolo estaba y quebrarla delante de todos ..." (Miguel de Estete). El ingreso al Templo Pintado. Una pequeña antesala y luego un largo corredor que lleva hasta la cima. En una de las mencionadas plazas del Templo Pintado se criaban gallinazos de cabeza colorada los que a diario eran alimentados con anchovetas, según refiere el cronista Pedro Pizarro en la "Carta de Hernando Pizarro a los oidores de Santo Domingo" publicada en 1571 (Franco 1996, Ravines S/F). La piedra cortada y trabajada en forma de cubo fue la principal materia prima de construcción en la fase Templo Policromado la misma que era unida con mortero de barro y enlucida, seguido del "adobito" (adobe pequeño, que es ladrillo crudo hecho de barro), muchas veces reutilizado del Templo Viejo, para la fase Templo Rojo (Paredes 1985). Plano del Templo Pintado de Pachacamac, se indican algunas de sus partes y la ruta de ingreso hasta la cima. El dios Ychsma - PachacamacLos Incas conquistaron a la nación Ychsma alrededor del año 1470 d.C. y se apoderaron de su capital, Pachacamac encontrando que el templo principal del dios era el que hoy conocemos como Templo Pintado o Templo de Pachacamac, que en ese entonces se llamaba Irma, Ichma, Ichmay o Ychsma, nombre cambiado por los Incas a Pachacamac. Así está en la crónica de Cristóbal de Albornoz: "... Pachacamac, guaca principal de los indios de la dicha provincia de Ichmay, la más principal que hoyó en este reino, era una zorra de oro que estaba en un cerro, hecha a mano, junto al pueblo de Pachacama ..." Como era costumbre Inca, los nuevos señores reorganizaron a los conquistados, construyeron nuevos edificios e impusieron el culto oficial al dios Sol. Sin embargo permitieron y toleraron los antiguos cultos y parte de los privilegios de los avasallados curacas locales. Pero con los Ychsma de Pachacamac los Incas se comportaron distinto. Aunque construyeron un templo dedicado al Sol en la parte más alta de este lugar (el Templo del Sol), se aprovecharon del prestigio que ya tenia el culto a Pachacamac para potenciarlo y usarlo como punta de lanza para el control y dominio de naciones vecinas, como los Mala, Guarco y Chincha, alcanzando, como en ningún otro momento, gran esplendor y poder panandino. Vano de ingreso a la cima del Templo Pintado de Pachacamac. Es así, que en vez de entrar en guerra, el Inca (Tupac Yupanqui, llamado también Tupac Inca) peregrina a Pachacamac, pide audiencia con él y sigue los pasos necesarios como cualquier piadoso y no como conquistador. Así está escrito en la "Relación de Hernando de Santillán" de 1563: "... Después de mucho tiempo y siendo ya hombre y señor el dicho Topa Inga, la madre le dijo lo que pasaba, y sabido por él, determinó de ir a buscar el hacedor de la tierra al dicho valle de irma, que es el que agora se llama Pachacama, y allí estuvo muchos días en oración y hizo muchos ayunos, y al cabo de cuarenta días le habló el Pachac Camahc, aquellos dicen que era hacedor de la tierra, y le dijo que había sido muy dichoso en hallarle; y quel era el que daba ser a todos las cosas de acá abajo; y que el sol era su hermano y daba ser a lo de arriba..." De este modo, de forma simbólica, Tupac Yupanqui hermana al Sol con Pachacamac, forjando una alianza estratégica entre los Incas y los Ychsmas. El ídolo de PachacamacEl arqueólogo alemán Max Uhle inicia sus excavaciones en Pachacamac en 1896 teniendo como una de sus tareas iniciales la elaboración de un detallado plano y la descripción de las principales estructuras de este sitio arqueológico (Ravines S/F). Siguiendo la descripción hecha por Miguel de Estete, miembro de la expedición comandada por Hernando Pizarro, quienes visitaron Pachacamac en 1533 que decía que el templo de Pachacamac era una "... una buena casa, bien pintada y bien aviada ...", Uhle encontró que la que mejor se ajustaba a dicha descripción era la pirámide de lados escalonados y pinturas murales policromas ubicada al pie del Templo del Sol y que llamó Templo de Pachacamac, nombre con el que se le conoce desde entonces, aunque el nombre de Templo Pintado en la actualidad también es usado. En la cima del Templo Pintado está el amplio espacio abierto llamado atrio en donde Jorge C. Muelle reportó el hallazgo en 1938 de 4 bases de columnas circulares pintadas en color verde con tonos celestes (verdiceleste) (Paredes 1985). Sin embargo en las excavaciones realizadas por Ponciano Paredes en 1983 en ese mismo lugar no se encontró si no una de ellas a la que considera más como un pedestal que como la base de una columna (Paredes 1985). Rodeada por un círculo hecho con piedras de 67 centímetros de diámetro está una pequeña estructura, también circular, de 27 centímetros de diámetro y 20 centímetros de alto pintado en color verdiceleste, con un orificio central de 5 centímetros de ancho recubierto con barro cocido. Al fondo, pudieron apreciar sus descubridores, los restos quemados de un madero de Lúcumo (árbol típico de la zona) que al ser analizado por el método del Carbono 14 para conocer su antigüedad dio como resultado el año 770 +/- 70 d.C. (Paredes 1985). Detalle del personaje tallado en la parte más alta del poste totémico llamado "ídolo de Pachacamac". Representa a un mismo ser con dos rostros, símbolo de la dualidad del pensamiento andino prehispánico. Cerca de este lugar en 1938 Alberto Giesecke encontró debajo de escombros a un ídolo tallado en madera nombrado desde entonces como "Ídolo de Pachacamac", pues se parece al descrito por Estete: "... y en medio de ella estaba un madero, hincado en la tierra, con una figura de hombre hecha en la cabeza de el, mal tallada y mal formada ...". Finalmente Pizarro quemó el ídolo y destruyó el templo de Pachacamac. Por ello Paredes cree, que ese pedestal es donde estaba una de las principales representaciones de Pachacamac, similar al encontrado por Giesecke, pues Estete dice también "... por todas las calles deste pueblo, y a las puertas principales del y a la redonda desta casa, tienen muchos ídolos de palo, y lo adoraban a imitación de su diablo ..." (Paredes 1985). El ídolo encontrado por Giesecke es un madero de lúcumo de 2,34 metros de alto dividido en tres secciones. La sección inferior es llana y no presenta ninguna decoración. Mide 54 centímetros de alto. Esta sección es la que estuvo hundida dentro del pedestal que la sostenía. La sección media mide 1,22 y esta profusamente decorada con imágenes talladas que representan personas, felinos, serpientes y aves de forma estilizada remarcando sus atributos mágicos. Destaca, por ejemplo, una persona que sostiene dos varas cuyo vientre esta formado con mazorcas de maíz y lleva por cinturón una serpiente de dos cabezas (una a cada extremo de su cuerpo). Otras representaciones son las de serpientes bicéfalas cuyos cuerpos son el arco iris, felinos y un ave identificado como el "grifo de Pachacamac", ser mítico representado en la cerámica típica de Pachacamac durante el período Horizonte Medio fase 3 (a partir del 750 d.C.). Desarrollo de los diseños tallados sobre el ídolo de Pachacamac. La sección superior, que es la principal, mide 58 centímetros de alto y en ella está la imagen tallada de un ser humano doble fusionado por la espalda con rostros que miran a lados opuestos. Quienes la han estudiado sostienen que ambas figuras humanas en un solo cuerpo son la representación de la dualidad del universo, arraigada creencia milenaria en el Perú. Una de las figuras viste un traje largo con diseños de serpientes en la parte inferior y 2 plantas de maíz en el pecho, lleva una corona que tiene dibujos de serpientes y es considerada como representación del lado masculino de la naturaleza. La otra figura, representante del lado femenino, lleva diseños de mazorcas en el cuerpo y una corona en forma de espigas de maíz. Las PinturasEl primer reporte sobre pinturas murales en el Templo Pintado lo da Max Uhle al dar cuenta en 1903 del hallazgo de un friso que sobre un fondo color rojo representa una procesión de 8 personas en colores amarillo, verde, blanco y negro, algunas de ellas unidas por una línea como si fuera una soga (Ravines S/F). Principalmente las pinturas en éste monumento se ubican sobre la cara visible de la plataforma escalonada de la fachada noroeste con representaciones de flora terrestre local (como maíz, por ejemplo) y fauna marina (aves y peces) que guardan relación estilística con los diseños tallados del ídolo de Pachacamac. Foto antigua, posiblemente al poco tiempo del descubrimiento de los frisos y cuando éstos aún eran distinguibles. Las pinturas fueron renovadas y/o refrescadas hasta en 16 oportunidades (Paredes 1985), usando los colores rosado (o rojo desteñido), amarillo, verde, rojo, celeste y negro. Alberto Giesecke en sus trabajos de 1938 encuentra bolsitas de tela conteniendo los pigmentos y los pinceles de diferentes tamaños (de pelo con mango de caña) usados por los antiguos artistas pachacamenses (Paredes 1985). La técnica usada para la elaboración de los frisos consistió en preparar la cara del muro a ser decorado con un enlucido tosco de barro sobre el que se aplicó una capa de pintura como base valiéndose de grandes motas de algodón. Sobre esta base se pintaron los motivos principales usando pinceles delineándolos posteriormente con negro (Paredes 1985). Estado actual de los frisos (al año 2006) que adornan la fachada del Templo Pintado. Ahora son casi indistinguibles. Los pigmentos, mayormente de origen mineral eran molidos en "batanes" (morteros de piedra) y guardados en pequeños mates (vasijas de calabaza), tubos de caña o valvas de conchas marinas. La sustancia usada como vehículo fijador de color debió ser de origen vegetal (Paredes1985). Bibliografía
Texto y Fotos: Lizardo Tavera
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